Científicos descubren nueva relación entre el cáncer, la obesidad y el sexo

La obesidad ha sido previamente relacionada con un mayor riesgo de cáncer, pero la mayoría de los estudios no han diferenciado entre hombres y mujeres en cuanto a los riesgos. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Cancer Cell ha determinado que tanto la acumulación general de grasa como su distribución en distintas partes del cuerpo confieren diferentes riesgos de cáncer según el sexo. Además, los riesgos varían entre diferentes tipos de cáncer, como el colorrectal, el de esófago y el de hígado.

El estudio se basó en datos del Biobanco del Reino Unido, que incluyó a 500,000 residentes británicos de entre 37 y 73 años reclutados entre 2006 y 2010, y que fueron seguidos durante un período medio de 13.4 años. Los investigadores analizaron la relación entre los niveles y la distribución de la grasa en el cuerpo de los participantes y su posterior desarrollo de cáncer utilizando modelos de riesgos proporcionales de Cox.

Los resultados revelaron que todos los tipos de cáncer, excepto los de cerebro, cuello de útero y testículos, están asociados con al menos un rasgo relacionado con la obesidad. En las mujeres, los vínculos más fuertes entre la acumulación general de grasa y el cáncer se observaron en el cáncer de vesícula biliar, el cáncer de endometrio y el adenocarcinoma de esófago. Por otro lado, en los hombres, los vínculos más fuertes se encontraron en el cáncer de mama, el carcinoma hepatocelular y el carcinoma de células renales.

Se observaron efectos diferenciales según la acumulación y distribución de la grasa en el cáncer colorrectal, esofágico y hepático. Por ejemplo, una mayor proporción de grasa almacenada en el abdomen se asoció con el carcinoma esofágico de células escamosas en las mujeres, pero no en los hombres. Además, la acumulación de grasa corporal se asoció con un alto riesgo de carcinoma hepatocelular en los hombres, mientras que no se observó este efecto en las mujeres.

El estudio también destacó que la obesidad solo es un factor de riesgo de cáncer de mama después de la menopausia, posiblemente debido a los cambios en la producción de estrógenos asociados con este periodo. Los investigadores reconocieron que el estudio tiene limitaciones, ya que se centró principalmente en participantes británicas de raza blanca y de mayor edad, por lo que los resultados pueden no ser directamente aplicables a poblaciones más jóvenes o de otras etnias.

El equipo planea realizar más estudios para comprender mejor los mecanismos moleculares subyacentes a estos resultados, así como explorar los factores de riesgo genéticos y ambientales del cáncer que varían a lo largo de la vida. A pesar de que la obesidad es un factor de riesgo de cáncer en rápido crecimiento debido al aumento de las tasas de obesidad a nivel mundial, es importante tener en cuenta que la reducción de peso no elimina completamente el riesgo de cáncer. Otros factores de riesgo individuales, como el tabaquismo y la exposición al sol, siguen un impacto mucho mayor en tipos específicos de cáncer, como el cáncer de pulmón causado por el tabaquismo o el cáncer de piel relacionado con la exposición al sol.

En resumen, este estudio ha demostrado que la obesidad está estrechamente relacionada con un mayor riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer, y que tanto la acumulación general de grasa como su distribución en diferentes partes del cuerpo pueden influir en este riesgo. Además, se han observado diferencias significativas entre hombres y mujeres en cuanto a los tipos de cáncer más afectados por la obesidad. Estos hallazgos destacan la importancia de tomar medidas para prevenir y reducir la obesidad, pero también subrayan la necesidad de tener en cuenta otros factores de riesgo individuales en la prevención y el tratamiento del cáncer.

Es importante destacar que este estudio se limitó a una población específica y existen limitaciones en cuanto a su aplicabilidad a otras etnias y grupos de edad. Por lo tanto, se necesitan investigaciones adicionales para comprender mejor los mecanismos subyacentes y explorar los factores de riesgo genéticos y ambientales del cáncer. En última instancia, es crucial promover hábitos de vida saludables y mantener un peso corporal adecuado para reducir el riesgo de cáncer y mejorar la salud en general.