La historia de Hachiko, conocido como el perro más fiel del mundo, ha conmovido a muchas personas a lo largo de los años. A través de libros, películas y comedias, se ha difundido la vida de este perro que continuó esperando a su amo en la estación de tren en Japón incluso después de su fallecimiento.
La historia de Hachiko es tan poderosa que tiene su propia estatua de bronce frente a la estación de Shibuya en Tokio, donde esperó en vano durante una década a que su dueño regresara.
Según relatan los historiadores, Ueno, un destacado profesor de agricultura, adoptó a Hachiko cuando supo de su nacimiento. Ueno solía tomar el tren varias veces a la semana para ir a trabajar, y sus tres perros, incluido Hachiko, lo acompañaban a la estación. A su regreso, los perros siempre estaban allí esperándolo.
El 21 de mayo de 1925, Ueno, de 53 años en ese entonces, falleció a causa de una hemorragia cerebral. Hachiko solo pudo estar con su dueño durante 16 meses. Durante el velatorio, se cuenta que Hachiko olió a Ueno desde la casa y entró a la sala de estar. Se arrastró debajo del ataúd y se negó a moverse, como si entendiera que su dueño ya no estaba.
A pesar de la muerte de Ueno, Hachiko continuó yendo diariamente a la estación, esperando a su amo sin importarle el clima o el hambre. «Por la noche, se paraba en la puerta de entrada y observaba a cada pasajero como si estuviera buscando a alguien», relató uno de los colegas de Ueno en aquel entonces.
La historia de Hachiko nos enseña el inmenso amor y la lealtad que los perros pueden tener hacia sus dueños. Su historia ha tocado los corazones de muchas personas y se ha convertido en un símbolo de fidelidad y devoción en todo el mundo.
referencias en el cine «Siempre a tu lado»
