«El juego del calamar» se ha convertido en una lucrativa máquina de dinero para Netflix, superando todas las expectativas de éxito. La serie surcoreana ha escalado hasta la cima del ranking y se ha consolidado como la serie más vista en la historia de la plataforma.
Sin embargo, parece que Netflix ha obtenido mucho más beneficio de este fenómeno que sus propios creadores. A pesar del enorme éxito, el creador de la serie, Hwang Dong-hyuk, admitió que no se ha enriquecido y no ha sido recompensado adecuadamente, según un informe reciente del Los Angeles Times.
El informe revela que «El juego del calamar» ha incrementado el valor interno de Netflix en aproximadamente 900 millones de dólares, mientras que Hwang Dong-hyuk renunció a todos los derechos de la serie y no recibió ingresos residuales.
Durante una entrevista en 2021, Hwang explicó que, aunque había ganado lo suficiente con la serie como para subsistir, está lejos de ser rico. Antes de que Netflix diera luz verde al proyecto, Hwang pasó años tratando de convencer a una productora para llevar a cabo la serie, viviendo en condiciones similares a las del protagonista antes de participar en el sádico concurso. Incluso tuvo que vender su ordenador portátil para obtener dinero.
Al vender la serie a Netflix, Hwang renunció a los derechos y la plataforma se convirtió en la propietaria de una de las mayores series en su historia. Aunque Hwang recibió una tarifa fija por la venta, no ha obtenido beneficios adicionales a pesar del rotundo éxito.
En respuesta al informe, Netflix emitió un comunicado afirmando que pagan tarifas justas y competitivas a sus creadores de contenido coreano y cumplen con las normativas legales. También destacaron que sus inversiones en la industria cinematográfica coreana han generado empleo para miles de personas a nivel local.
Sin embargo, este caso refleja una situación más amplia en la industria del entretenimiento en Corea del Sur, donde los creadores y artistas no son favorecidos. Ejemplo de ello es el sistema de «tarifa diaria», que implica largas jornadas laborales sin remuneración adecuada y que algunas productoras ignoran las regulaciones laborales.
A pesar de que «El juego del calamar» demuestra que se puede hacer televisión de calidad a un precio asequible, en realidad, esto conlleva un trabajo no remunerado. La situación laboral en la industria ha sido objeto de críticas, ya que se exige una cantidad asombrosa de trabajo sin recibir una compensación adecuada.
En resumen, aunque «El juego del calamar» ha sido un éxito rotundo para Netflix, los creadores de la serie no han obtenido las recompensas económicas esperadas, lo que pone de relieve los