La famosa carita feliz, también conocida como «smiley» o «emoticono sonriente», tiene su origen en la década de 1960. Fue creada por Harvey Ball, un artista gráfico estadounidense, en 1963. Ball fue contratado por una empresa de seguros para diseñar un símbolo que mejorara la moral de sus empleados y promoviera el buen ambiente laboral. En poco tiempo, Ball dibujó la icónica carita amarilla con ojos y una gran sonrisa.
Inicialmente, la carita feliz era solo un diseño sencillo y se imprimió en pegatinas, tarjetas y pósteres para distribuir entre los empleados de la compañía. Sin embargo, su popularidad creció rápidamente y se convirtió en un símbolo reconocible en la cultura popular.
A medida que el uso de las computadoras y las comunicaciones digitales se hizo más común en las décadas siguientes, los emoticonos se popularizaron como una forma de expresar emociones y transmitir mensajes en línea. La carita feliz se convirtió en uno de los emoticonos más utilizados y ampliamente reconocidos.
El verdadero auge y éxito comercial de la carita feliz ocurrió a partir de la década de 1990 con la aparición de los teléfonos móviles y las aplicaciones de mensajería instantánea. La carita feliz se adaptó en forma de emoji, y su popularidad se disparó. Las empresas tecnológicas, como Apple y Google, adoptaron el emoji de la carita feliz en sus sistemas operativos y plataformas de comunicación, lo que llevó a su uso generalizado en todo el mundo.
Hoy en día, los emojis, incluida la carita feliz, se utilizan ampliamente en mensajes de texto, redes sociales, correos electrónicos y diversas formas de comunicación digital. Además, se han convertido en un fenómeno de marketing y merchandising, generando un negocio millonario. Los emojis aparecen en productos como ropa, juguetes, accesorios y muchas otras mercancías, generando ingresos significativos para las empresas que los utilizan como parte de su branding.
En resumen, la famosa carita feliz, creada por Harvey Ball, surgió como un diseño para mejorar la moral de los empleados de una empresa de seguros. Con el tiempo, se convirtió en un símbolo reconocido y, con la era digital, en un emoji ampliamente utilizado en todo el mundo, generando un negocio millonario a través de su aplicación en productos y servicios.
