The Flash ha sido considerada uno de los fracasos más significativos de los últimos años, generando diversos debates que Warner Bros. esperaba silenciar una vez que la película se estrenara en cines comerciales. A pesar de meses de promoción como la mejor película de superhéroes en años, y de ignorar las controversias en torno a Ezra Miller, la película no logró satisfacer a los espectadores, quienes la despreciaron abiertamente. Aunque finalmente logró alcanzar los números de su presupuesto inicial después de unas semanas en cartelera, esta no es una noticia tan positiva como parece.
Warner Bros. puso todas sus esperanzas en esta única producción, lo cual está generando numerosos problemas para la compañía. Además, deben encontrar la manera de recuperar la atención y el cariño de los fanáticos de DC. El problema comenzó con la decisión de poner a Zack Snyder al mando, ya que su visión era completamente diferente a lo que la productora deseaba, y nunca llegaron a un acuerdo. En lugar de eso, la compañía pensó que sería fácil realizar cambios de último momento para cumplir con sus planes y competir con Marvel, lo cual resultó en un caos.
Este error se arrastró durante años, y Walter Hamada intentó ignorarlo al buscar proyectos que no estuvieran relacionados con los pilares principales de DC. Sin embargo, esta estrategia tampoco fue la mejor, ya que la productora presionó para desarrollar películas y series que alimentaran su servicio de streaming, aprovechando el impulso inicial provocado por la pandemia. The Flash se convirtió así en una extraña mezcla que reflejaba todos los problemas de Warner Bros., y aunque prometieron que el corte final compensaría los años de espera, los fanáticos no aceptaron esta promesa.
Los seguidores de DC están divididos después del final del Snyderverse y la salida de Ben Affleck y Henry Cavill. Algunos consideran que esa era la única dirección válida para la marca, mientras que otros aceptan la llegada de James Gunn pero saben que todo lo anterior quedará en el olvido. En ese sentido, The Flash no se inclinaba hacia ninguno de los extremos, ya que no lograba rescatar por completo lo realizado por Snyder ni abrir un camino claro para el nuevo DCU. Además, los problemas relacionados con Ezra Miller, que la empresa decidió ignorar para proteger sus ganancias, también afectaron a la esperada adaptación del velocista escarlata.
El rendimiento en taquilla durante el primer fin de semana fue mediocre, pero los resultados en la segunda semana fueron catastróficos, comparables a otros desastres como Morbius. Considerando la cartelera y la temporada, el fracaso de The Flash plantea muchas interrogantes, desde el cansancio del género de superhéroes hasta el poder de los fanáticos para condenar o aprobar el rumbo de una franquicia. Aunque ahora se reconoce que la película finalmente ha obtenido ganancias equivalentes a su costo de producción, esto es una victoria pírrica para todos los involucrados.
Según ComicBookMovie, durante su tercera semana en taquilla a nivel mundial, The Flash ha recaudado 91 millones de dólares en Estados Unidos y 123 millones de dólares a nivel internacional, lo que suma un total de 214